jueves, 5 de noviembre de 2015

Ataque de ansiedad


En ocasiones pierdo la capacidad de respirar. 
El peso del mundo cae sobre mi cuerpo sin piedad, dejándome indefensa. 
Siento claustrofobia. Mi pecho encierra el secreto de la vida. 
La sangre se cuartea en mis venas y el corazón engaña al metrónomo.
Busco una bocanada de esperanza pero sólo encuentro desesperación. 
Quiero gritar, pero mi voz queda silenciada. 
Las lagrimas son amargas. El miedo incontrolable. 
Mis dedos se vuelven insensibles al movimiento, y trato de arrancar la asfixia de mi traquea. 
El frío recorre mi destemplada piel, que reacciona erizándose. 
Los escalofríos convulsionan mi abdomen, impávido. 
Mi cerebro ya no sabe cómo sobrevivir.


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