miércoles, 24 de marzo de 2021

- Fire.

Abrasa. 

La piel, al límite, empieza a exudar. Parece que se calma, pero es una sensación momentánea, justo después aparece ese dolor intenso y penetrante. La herida está abierta, la carne al rojo vivo. Te expones a un rápido vertido de agua fría, confiando en que ayudará, pero la realidad  es que cuando el oxígeno vuelve a tocar tu piel quieres gritar. Pero de tu boca no sale más que un leve suspiro y del lagrimal una única gota, continúas.

Ahora tiemblas. El calor es tan intenso en tu interior que el aire te hiela. Sientes fuego, en el estómago, en la cabeza, pero sobre todo en la tráquea. Nada funciona. La inhalación introspectiva de humo es tóxica. Te peleas con tus pulmones, por combatir el incendio, por mantener una respiración estable. Eres caos. La hiperventilación se ha llevado consigo la sensibilidad de tus extremidades. Abres y cierras las manos, aferrándote al único clavo que queda en tu psique. Toda la estructura ha sido devorada por las llamas.

El sonido parece distante, como si de alguna manera estuvieses observando desde fuera. No hay sirena de alarma, ni voces reconfortantes, no hay siquiera narrador en tus pensamientos. Quedan sólo cenizas. 

Por un momento, tu cuerpo colapsa. Te has apagado. 

De alguna manera sobrevives. Tal vez mañana puedas evadir el fuego. 

lunes, 2 de noviembre de 2020

Croacia

Sentada en una bestia mecánica que sobrevuela cordilleras nevadas no hago más que repasar todas las aventuras que he vivido estas dos semanas. 

He abierto mi corazón y mi mente a posibilidades que jamás hubiese imaginado, y así, me reencontré. Y junto a mí, a vosotros.


Me habéis inspirado a ser una ladrona de manzanas que anda creando su propio paraíso. A tejer historias entre ramas de olivo. A purificar mi alma en aguas balcánicas. Me habéis inspirado a enamorarme más allá de mi propia comprensión, explorando mapas nuevos y paseando por ciudades de piedra. 


Ella es toda la familia que pude desear en una única y brillante persona. Ella me ha enseñado a recomponer un corazón que creí destruido hace décadas. 


Él es aquel amigo que vuelve cada vez que se le necesita, y en cada momento oportuno te hace más fuerte. 


Y tú, tú eres un náufrago con voz de sirena. Tan bellas son tus canciones que ya ni siquiera temo el haberme perdido. 


Hemos viajado; sobre nuestras piernas e ilusiones. Riendo hasta las lágrimas. ¿Cómo es posible que hayamos tenido que confundir a la brújula para hacer este descubrimiento tan maravilloso? ¿Cómo es posible que entre tanta ternura e idiomas sólo quiera volver al hogar que puedo compartir con vosotros? 


Todo. Lo tengo todo. no hay nada que cambiar de esta experiencia. Siento mi alma, ahora ligera, que revolotea cual mariposa entre nuevas posibilidades. 


Me habéis hecho invencible.

sábado, 16 de mayo de 2020

Babbling.

La creencia de que existe un alma inmortal solía tranquilizarme, de que de alguna manera mi consciencia me sobreviviese me parecía poético, pero de repente me parece un final cruel e infeliz. ¿Está acaso mi alma ligada a mi inteligencia, o es únicamente una esencia de quien fui en esta pasada vida? ¿Seré una versión hermosa de mí misma o sólo un destello del color de mi aura? ¿Protagonizaré los sueños de aquellas personas que amé y dejé atrás o seré ese ente paranormal que mantiene en vela a unos extraños?

Nada de lo que puedo imaginar me deja satisfecha. No es suficiente, o es demasiado. Y cuanto menos, es aterrador. El alma al fin y al cabo es un concepto romántico intangible, que aúna todas aquellas cosas que no sabemos describir, todas aquellas emociones que no tienen un nombre. ¿Es entonces el alma mi propia falta de coherencia para expresarme? 

Todo lo hermoso que quisiera dedicar y lo más vergonzante que vive en mi interior, está en mi alma. ¿No es así? 

¿Quiero acaso que ese sea mi legado? 

jueves, 23 de enero de 2020

Aprender.

Todo este tiempo he danzado entre la soledad que habita en el silencio. Al negarme a abrir la boca, he dejado fuera a todas aquellas personas que jurarían haber podido salvarme. Y es irónico, ya que contaba con ello como mecanismo de defensa, evitando un dolor que yo misma me he infligido.

No puedo culpar a los demás por no haber insistido. No puedo enfadarme ante el hecho de que no han derribado mis muros. Porque la verdad es, que en cuanto veía la estructura temblar, yo misma la reforzaba. Y aún así me enfurece. 

Estoy hundiéndome en los remolinos que dirigen mis pensamientos, sumiéndome en ideas que se originaron hace décadas. Aún no consigo descifrar esta causalidad vital en la que me encuentro. Aún no he aprendido lo suficiente para dejar el análisis a un lado y comenzar a vivir más allá de este presente en el que me veo mermada por una apatía analgésica. 

Y es que aún estoy luchando contra mis propios instintos de supervivencia. 






miércoles, 4 de septiembre de 2019

Lungs.

Me acabo de dar cuenta en este instante que cuando hay silencio a mi alrededor y mi mente me atosiga a base de pensamientos introspectivos sobre el valor de mi persona, mi vida y mi felicidad; puedo oír el peso del mundo en el movimiento de mis pulmones, como si de alguna forma físicamente imposible mi figurado corazón romántico estuviese ligado a mi respiración. 

Aún así, prometo que en momentos de lucidez soy capaz de analizar esta sensación, como si pasar por estos baches emocionales me devolviesen de alguna forma a la realidad intelectual en la que soy capaz de discernir entre cómo me percibo cuando no hay dolor reflejado en este maldito espejo mental y esos instantes de autodestrucción impremeditada.



martes, 13 de agosto de 2019

Condición.

Estoy aprendiendo a procesar una innegable realidad.
Luchando cada día por entender el contexto y la introspectiva condición de un corazón que siente con tanta intensidad que apenas se mantiene vivo. Simples y puras emociones retorcidas por condicionantes sociales hasta convertirse en una tragedia vergonzante. 

No hay nada que puedas decir que yo no haya luchado por creer. Mi voz interior no difunde un mensaje de fortaleza, sino de arrepentimiento. Me juzga por esta hipersensibilidad que no puedo controlar, me condena por todos los recuerdos de los que no me puedo deshacer, me fulmina la autoestima cada día.

Cada momento queda clavado en mi memoria. De forma extrasensorial cada emoción que sentí queda intacta. Lo cual es hermoso, pero extremadamente doloroso. Todo lo que una vez sentí sigue vigente, sigue emocionándome, sigue manteniéndome despierta, sigue atormentándome. 

Y aquí sigo, tan llena, e inevitablemente tan vacía. 


domingo, 6 de enero de 2019

Mientes

Siento que estoy en el centro del tablero, siendo parte del juego más sádico que jamás pudo inventarse; recogiendo piezas, que a medida que las encuentro, me recuerdan con su semejanza al corazón que debería estar latiendo en mi pecho. Que sin embargo, lleva inoperativo tanto tiempo que ya ni recuerdo su sonido. Me aterra la inexistencia de ilusión y el vacío en mis entrañas, que con su gravedad han acabado con los resquicios de luz. 

Me ha nacido un agujero negro. 

Cínica consciencia, y críticos pensamientos, que ya no creen en nada más allá del engaño vivido, y ya sin paciencia pierden fe en aquellos que lo perpetúan.