Me acabo de dar cuenta en este instante que cuando hay silencio a mi alrededor y mi mente me atosiga a base de pensamientos introspectivos sobre el valor de mi persona, mi vida y mi felicidad; puedo oír el peso del mundo en el movimiento de mis pulmones, como si de alguna forma físicamente imposible mi figurado corazón romántico estuviese ligado a mi respiración.
Aún así, prometo que en momentos de lucidez soy capaz de analizar esta sensación, como si pasar por estos baches emocionales me devolviesen de alguna forma a la realidad intelectual en la que soy capaz de discernir entre cómo me percibo cuando no hay dolor reflejado en este maldito espejo mental y esos instantes de autodestrucción impremeditada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario